24
Valle de Unciti
Oihane Mcguinness
23
Valle de Améscoa
Aizpea de Atxa
22
Cabredo
Andrea Ganuza & Karmele Oteros
Falces
Itsaso Iribarren & Germán de la Riva
21
Murillo el Fruto
Ana Maestrojuán
Valle de Araitz
Arantza Santesteban
20
Beire
Maite Redondo & Luca Rullo
Lizoain / Arriasgoiti
Cabezafuego
Mendaza / Valle de Berrueza
La Comunidad
Sada
Sancho Rodríguez & Fermín Díez de Ulzurrun
Tulebras / Barillas
Cabeza de artista
19
Auritz-Burguete
Teresa Sabaté & Virginia Santos
Cabanillas
Irati FG & Nerea Aguado
18
Bodega Otazu
Carlos Ollo & José Luis Ruiz
Eslava
Félix Zaratiegi & Javier Reyes
Eugi
Broken Brothers Brass Band
Igúzquiza / Ázqueta
Martín Etxauri
Sartaguda
Xabier Erkizia & Luca Rullo (Audiolab)
Valdorba
Azken Muga & Alkora & Alex Duró
17
Abárzuza / Riezu
Yarleku & Aukeran dantza konpainia
Fontellas
Ismael Loperena & Carmen Puerta
Orbaizeta
Maite Itóiz & Jhon Kelly & Nicolás Alba
Sesma
Marijose Rekalde & Pascal Janín & Carlos Fontales
Uztárroz
Pirineo
Marina Lameiro
resumen
Este verano me invitaron a Uztárroz donde hasta mi llegada se habían rodado 3 películas: dos ficciones para cine y un documental para la televisión japonesa, para el cual el equipo se instaló durante un año en el pueblo a finales de los años 80. Tras un periodo de investigación y de conversaciones con las personas del pueblo les propuse hacer una película colectiva en la que los habitantes decidirían cómo autorrepresentarse y cómo representar Uztárroz. Ellos cogerían la cámara y el sonido y dirigirían su propia película.
Pensé en mi papel como el de una facilitadora, pero la realidad no fue tan utópica y tuve que participar más de lo que me había imaginado en un principio. Me hubiese gustado que la relación fuese completamente horizontal pero tuve el papel de moderadora en las asambleas para decidir el contenido y guión de la película. La ayuda de las chicas de la Asociación Zuberrieta fue fundamental para animar a la gente a participar. El resultado fue muy positivo, se escucharon todas las voces y entre todas acordamos qué se filmaría en el verano.
El rodaje se hizo de forma colectiva. Muchas personas del pueblo se animaron a coger la cámara y el micrófono para registrar lo que se había acordado en las asambleas. En algunas secuencias el equipo iba cambiando de mano en mano y en otras sólo una persona realizó cada una de las tareas, pero todas las decisiones fueron tomadas de manera colectiva y muchísimas personas colaboraron tanto detrás como delante de la cámara. El montaje también se ha hecho de manera participativa, abriendo el proceso e incorporando las ideas de las personas que han participado en la asamblea de montaje.